Estaba el señor Don Libro
Sentadito en su sillón,
con un ojo pasaba la hoja
con el otro ve la televisión.
Estaba el señor Don Libro
aburrido en su sillón,
esperando que viniera... (a leerle)
algún niño lector.
Don Libro era un tío sabio,
que sabía de luna y de sol,
que sabía de tierras y mares,
de cuentos y aves,
de peces de todo color.
Estaba el señor Don Libro
tiritando en su sillón,
vino un niño, le cogió en sus manos
y el libro entró en calor.
Sentadito en su sillón,
con un ojo pasaba la hoja
con el otro ve la televisión.
Estaba el señor Don Libro
aburrido en su sillón,
esperando que viniera... (a leerle)
algún niño lector.
Don Libro era un tío sabio,
que sabía de luna y de sol,
que sabía de tierras y mares,
de cuentos y aves,
de peces de todo color.
Estaba el señor Don Libro
tiritando en su sillón,
vino un niño, le cogió en sus manos
y el libro entró en calor.
Una vez leída la poesía, visita esta página y eligen el cuento, la fábula o la adivinanza que más te guste: CUENTACUENTOS
que royo cristina yo no lo hago
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